MICRÓFONO DE ORO

Un año más el municipio leonés de Ponferrada se echó a la calle para recibir a los galardonados en la séptima edición de los premios Micrófono de Oro, que otorga la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión, cuyo presidente honorario es Luis del Olmo, director del programa de Punto Radio «Protagonistas».
El pabellón «El Toralín», engalanado para acoger a más de mil doscientos invitados, desplegó la alfombra roja por la que desfilaron los personajes más destacados de la cultura, la política y los medios, que accedieron al recinto a bordo de flamantes coches de época, jaleados por los aplausos del público. Pero el delirio llegó de la mano de dos de los premiados, nuestro actor más internacional, Antonio Banderas, y Miguel Ángel Silvestre, el «Duque», quienes, además de rivalizar en simpatía y buena planta, a punto estuvieron de causar algún que otro desmayo entre las féminas.
La única que no pareció muy impresionada fue Soraya Sáenz de Santamaría, quien al recibir su «Micrófono de Oro» desveló que le gustaba «más Mariano Rajoy que el «Duque»». Recuperados de la impresión sobre el particular gusto de la portavoz popular, los presentadores de la gala, Patricia Conde y Luis del Olmo, dieron paso al resto de los premiados en una velada que tuvo cierto color azulgrana. Y es que es que el premio entregado al Barcelona -reconocido al igual que la Selección Nacional de Fútbol en el apartado deportivo- reunió a dos protagonistas de lujo: el juez Baltasar Garzón, reconocido culé, fue el encargado de otorgar el «Micrófono de Oro» al presidente del club, Joan Laporta, que allí mismo se enteró de que su eterno rival había caído ante el Valencia.
La única que no pareció muy impresionada fue Soraya Sáenz de Santamaría, quien al recibir su «Micrófono de Oro» desveló que le gustaba «más Mariano Rajoy que el «Duque»»